La asamblea que nuestra parroquia celebró hace dos años, concluyó en que la acción futura debía basarse fundamentalmente en la comunicación y en la misión.
Todavía no habían sido publicadas oficialmente las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida, que hacía especial hincapié en estos dos aspectos.
Viene a nosotros este recuerdo, junto con la carta dirigida por Benedicto XVI a los obispos de la Conferencia Episcopal de Perú, en ocasión de la visita "ad Limina Apostolorum", de mayo del año pasado, donde afirmó que si la Iglesia en América Latina se convierte en una Iglesia misionera, superará sus problemas.
"Cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesi
ales de intensa vida cristiana", porque , "una Iglesia en misión relativiza sus problemas internos y mira con esperanza e ilusión al porvenir". afirmó el Papa.
Con el mismo impulso misionero de Aparecida, el Santo Padre exhortó a los obispos de Perú "a convocar a todas las fuerzas vivas de vuestras diócesis, para que caminen desde Cristo irradiando siempre la luz de su rostro, en particular a los hermanos que, tal vez por sentirse poco valorados o no suficientemente atendidos en sus necesidades espirituales y materiales, buscan otras experiencias”
En otra parte de su mensaje, el Santo Padre enfatizó que se debe promover el impulso misionero “con vistas a que cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesiales de intensa vida cristiana.”
"Se trata de relanzar el espíritu misionero, no por temor al futuro, sino porque la Iglesia es una realidad dinámica y el verdadero discípulo de Jesucristo goza transmitiendo gratuitamente a otros su divina Palabra y compartiendo con ellos el amor que brota de su costado abierto en la cruz" dice más adelante.
Aunque estas palabras fueron dedicadas a un grupo de obispos en especial, por católicos y por latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos tocados por ellas y trabajar para que sea una realidad lo que el Papa pide y que nosotros mismos resolvimos en asamblea.
Todavía no habían sido publicadas oficialmente las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida, que hacía especial hincapié en estos dos aspectos.
Viene a nosotros este recuerdo, junto con la carta dirigida por Benedicto XVI a los obispos de la Conferencia Episcopal de Perú, en ocasión de la visita "ad Limina Apostolorum", de mayo del año pasado, donde afirmó que si la Iglesia en América Latina se convierte en una Iglesia misionera, superará sus problemas.
"Cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesi
ales de intensa vida cristiana", porque , "una Iglesia en misión relativiza sus problemas internos y mira con esperanza e ilusión al porvenir". afirmó el Papa.Con el mismo impulso misionero de Aparecida, el Santo Padre exhortó a los obispos de Perú "a convocar a todas las fuerzas vivas de vuestras diócesis, para que caminen desde Cristo irradiando siempre la luz de su rostro, en particular a los hermanos que, tal vez por sentirse poco valorados o no suficientemente atendidos en sus necesidades espirituales y materiales, buscan otras experiencias”
En otra parte de su mensaje, el Santo Padre enfatizó que se debe promover el impulso misionero “con vistas a que cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesiales de intensa vida cristiana.”
"Se trata de relanzar el espíritu misionero, no por temor al futuro, sino porque la Iglesia es una realidad dinámica y el verdadero discípulo de Jesucristo goza transmitiendo gratuitamente a otros su divina Palabra y compartiendo con ellos el amor que brota de su costado abierto en la cruz" dice más adelante.
Aunque estas palabras fueron dedicadas a un grupo de obispos en especial, por católicos y por latinoamericanos no podemos dejar de sentirnos tocados por ellas y trabajar para que sea una realidad lo que el Papa pide y que nosotros mismos resolvimos en asamblea.
Fuentes consultadas:
ZENIT.org
L'OSSERVATORE ROMANO Edición semanal en lengua española
RPP.com.pe
www.chamiradio.org.pe
