lunes, 31 de enero de 2011

DOCUMENTO PAPAL


En ocasión de la 45º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el Santo Padre envió un mensaje bajo el tema: “Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”
Eligió para hacerlo público, el 24 de enero 2011, Fiesta de San Francisco de Sales Patrono de quienes trabajan en la comunicación y en él, Benedicto XVI hace apreciaciones que lo muestran como conocedor cabal de los beneficios y contrariedades que conlleva la era digital.
Vamos a destacar algunos párrafos del documento aunque, por su riqueza, recomendamos su lectura completa (se puede encontrar haciendo clic aquí)
Dice el Papa en los primeros párrafos:
"Se extiende cada vez más la opinión de que, así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, por las novedades introducidas en el ciclo productivo y en la vida de los trabajadores, la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy. Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión."
Más adelante advierte que
"…las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera."

Y que
"Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas."

En cuanto a la participación en las redes sociales, Su Santidad nos hace ver el peligro sobre
"…la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia."
Para los cristianos, el compromiso ante esta nueva era digital debe ser, como siempre,
"… ser testigos del Evangelio (…) Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe."

"La Verdad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales. Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás."

Fuente: L’Osservatore Romano.

lunes, 17 de enero de 2011

SOMOS IGLESIA

Hace casi un año, escribíamos en este blog sobre la misión del Laico. El apunte estaba destinado a alertarnos sobre la obligación de todos los cristianos de encontrar en la Iglesia “el lugar que nos corresponde, de acuerdo a nuestros dones y carismas”.
No es ningún secreto que nos faltan sacerdotes. Eso se puso en evidencia –aunque transitoriamente– en estas últimas semanas, cuando nuestros curas se tomaron sus merecidas vacaciones y no hubo reemplazos.
A causa de esas ausencias, nos faltaron las misas habituales. Sin embargo, ese hueco pudo ser excelentemente cubierto por las celebraciones que hicieron el diácono y las religiosas de nuestra parroquia.
Tanto la hermana Sofía en San Cosme y San Damián, como las consagradas del Fahy en la sede parroquial y en San Cayetano y el diácono Pedro en todas partes, nos demostraron que somos una comunidad viva que tiene su eje en el obispo y los sacerdotes, pero que su base es Nuestro Señor Jesucristo.
Y no todo estaba previsto. Sobre la marcha fuimos solucionando problemas y aportando sugerencias. Estamos seguros que aún faltando religiosos consagrados, hubiéramos podido celebrar de alguna manera nuestros encuentros dominicales.
Como en el post que mencionábamos al principio, vamos a hacer aquí referencia a la Lumen Gentium, poniendo especial énfasis en:
“A los laicos, en efecto, los une íntimamente a su vida y misión, dándoles también parte en su función sacerdotal para que ofrezcan un culto espiritual para gloria de Dios y salvación de los hombres. Por eso, los laicos, consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, están maravillosamente llamados y preparados para producir siempre los frutos más abundantes del Espíritu.”
Si alguna vez llegamos a nuestra capilla y vemos que no hay curas, ni religiosos para oficiar la misa o la celebración previstas, no nos volvamos a casa. Hagamos nuestra propia celebración. Si no podemos hacerla con la liturgia que corresponde, meditemos entre todos un pasaje de la Biblia, o hagamos una oración comunitaria, pero respondamos al nuestra propia consagración, ya que en el bautismo fuimos consagrados Sacerdotes, Profetas y Reyes.
No nos olvidemos que el Señor prometió estar donde dos o tres de nosotros estuviéramos reunidos y, por supuesto que allí estará el Espíritu Santo, como en todos los momentos de la Iglesia.
SOMOS IGLESIA, aunque falte el sacerdote. Cuando tengamos esto bien presente, nos habremos involucrado realmente y comenzaremos a formar familias de donde salgan nuevos pastores.
Acaso esta supuesta falta de respuesta a nuestras oraciones pidiendo más obreros a la mies, no sea más que una advertencia de que nosotros los laicos también estamos llamados.
Más concretamente: A VOS TE HA LLAMADO EL SEÑOR.