sábado, 14 de marzo de 2009

¡¡COMIENZA LA CATEQUESIS 2009!!


Querida Comunidad de Catequistas:

¡Aquí estamos! Una vez más los catequistas de Cristo del Perdón comenzamos con nuestro ministerio de la catequesis y el anuncio de la Palabra. Nuevamente nos encontramos con los chicos y sus familias, que se acercan a prepararse para algunos de los sacramentos. ¡Y qué alegría es volver al trabajo! Luego de este tiempo de descanso, donde esperamos que todos hayan cargado de nuevo las baterías, el Señor nos convoca para retomar nuestro ritmo habitual. Y de a poquito, y paso a paso, vamos sintonizándonos con los nuevos proyectos y metas que el Señor nos tiene reservados para este nuevo año.
¡Shhhh! ¡Hagamos silencio! ¡Escuchemos la Palabra! El Espíritu suscita el fuego en nuestros corazones para perseverar y ser constantes a lo largo del año. De manera especial nos invita a posar nuestra mirada en Cristo, a sabernos colmados de su gracia y de su salvación, y por eso, a estar confiados en Él que es nuestra esperanza. Y esperanza es lo que queremos transmitir a nuestros catequizandos; una esperanza fundamentada en la presencia de un Dios vivo y resucitado, que aún en las vicisitudes y en las dificultades de la vida, es para nosotros gozo y alegría. Nos hacemos así eco de la última encíclica de nuestro Papa Benedicto XVI: “Spe Salvi”: “La esperanza salvadora” y nos animamos a recorrer juntos un itinerario de conocimiento y profundización de la misma, para que la esperanza sea el centro de nuestra vida cristiana. ¡¡Por eso adelante!! Construyamos juntos una iglesia que sea signo de esperanza, para que, como dice la canción, nuestra alegría en Santa María y Jesús pascual nos hagan más servidores de nuestros hermanos para transformar desde dentro nuestra sociedad. Por eso transformemos primero nuestros corazones aprovechando esta Cuaresma, para que a través del ayuno, la limosna y la oración sigamos ofreciendo a Dios nuestra vida para renacer a una nueva vida en Él.
Gracias a cada uno de ustedes que a través de su tiempo y de sus vidas, siguen animándose a construir nuestra comunidad. Oremos al Señor para que envíe nuevos obreros a la mies, nuevos catequistas predispuestos a donar su fe y su vida a tantos niños, jóvenes y familias que hoy esperan de la paz y del consuelo del Señor. ¡¡Los necesitamos!!
Que la Virgen nos sostenga de su mano a lo largo de todo el año y nos ayude a acercar a otros la luz de su hijo.
QUE ASÍ SEA.

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